Moviéndonos de estos prolegómenos: sí, estoy hoy aquí para hablaros del café. Pero no del café, así en abstracto, no vamos aponernos en modo millenial y a hacer una ilustración con lettering en la que ponga "but first... coffe" con un perezoso o unos aguacates. Disclaimer: esto no es una burla, de hecho tengo dos tazas así en mi despensa, gracias prima Alba fue un regalo precioso.
Tampoco voy a ponerme sibarita y a explicaros que café de especialidad es mi favorito cual es su punto de tueste y toda esa parafernalia. Porque lo cierto es que no me gusta el café. ¿Me tomo uno todas las mañanas? Sí ¿A veces dos o tres? También. Que decir, me gusta el sabor de la adicción. Y diréis, claro lo haces por la cafeína. De hecho no, la cafeína en muchas ocasiones me da sueño. Salvo cuando quiero que me lo de, en esos casos me pongo nerviosa y no hay forma de dormir. Lo cierto es que soy una bebedora social de café. Me tomo un café por la estética de beber un café y, en ocasiones, por la compañía. Pero si me pido un café en una cafetería y no cualquier otra cosa (siendo yo toda una adepta del batido Puleva de chocolate) es porque estoy experimentando una atmosfera concreta en la que me merezco fingir que me gusta el café y disfrutarlo. A veces una taza de café es solo una excusa, y a veces es solo un atrezo; lo que envuelve tomarse un café es mucho más que lo que el café en si mismo encierra.
Habiendo aclarado que el café no me gusta, tengo que decir una ultima cosa: el café frio de supermercado, ese que esta listo para llevar y que contiene mas azúcar de la que Carlos Ríos recomendaría para todo el día, ese café en concreto pues si que me gusta. De hecho, me vuelve loca. Además de que es super practico, por eso de que esta listo para tomar.
Este es el motivo por el cual, durante mi época mas oscura (estudiar en la UGR), me dedique en parte a realizar un estudio sobre ellos. ¿Cuáles eran los mejores? ¿Los mas baratos? ¿Los mas empalagosos? Creo que a día de hoy he probado casi todos los cafés fríos ya listos para beber de prácticamente todos los supermercados de Granada. En algún momento me gustaría ampliar esta base de datos y expandir mis horizontes, ya sabéis, probar las variedades indígenas (el del Eroski). Pero a excepción de supermercados mas regionales (Alimerka, Consum, etc) los mainstream si que los he probado casi todos. Y no solo eso: también los he puntuado. Así que procederemos con el desglose de mis años de trabajo:
Este café lo podemos encontrar en los supermercados Lidl, según mis notas tiene una buena relación calidad-precio, pero claro esto lo escribí antes de esta inflación tan bestia, queda, por lo tanto, pendiente de comprobación. Como nota general tiene un 8/10, y destaca por venir envasado en una botellita, lo cual es super cómodo para llevarlo por ahí. concretamente en la mochila o el bolso o la tote bag. En cuanto al sabor, se aprecia ese sabor a café, pero esta diluido con el dulzor (motivo por el cual me gusta), la consistencia del brebaje es suave y ligera, así como la viscosidad del liquido. Es uno de mis favoritos.
Bueno, un peso pesado: el Mercadona. Siempre en nuestra vida cotidiana, configurador de la experiencia de supermercado española por antonomasia. La marca hacendado fue desde tiempos inmemorables sinónimo de barato. Cuanto han cambiado los tiempos. La escalada de precios de Mercadona ha sido una de las grandes crisis que he atravesado desde que empecé a vivir fuera de casa de mis padres, aunque he de decir que ellos nunca fueron muy de Mercadona y preferían el Eroski (Eroski my beloved). Sea como sea el café frio del Mercadona que costaba 75 céntimos en aquel entonces había sido siempre mi bebida de confort. Ahora ha subido de precio pero creo (ya no soy una chica-Mercadona, soy una chica-Alcampo o en su defecto, una chica-Carrefour) que no llega al euro. Es una opción bastante barata aun así, pero si bien la textura sigue siendo ligera y disfrutable, lo cierto es que encuentro el dulzor de este café demasiado empalagoso hasta para mi. Por estos motivos y algunos otros que no describiré en detalle, porque esto es un despliegue de mi subjetividad, tiene como nota final un 7/10.
Disclaimer: este café, ahora que he revisado todos los demás, debería tener una nota de 8/10, ya que es de los únicos de la lista que cuenta con opción vegana (el café marca hacendado de Avena, que además esta bastante bueno).
De la marca Puleva probé las dos variaciones: el Cafe Latte y el Capuchino. Si bien el Capuchino me decepciono terriblemente, siendo yo una Puleva-batido-de-chocolate lover, el café latte me parece "salvable", aunque ambos comparten la misma base: la textura es muy densa. En mis notas la tengo descrita como "textura fangosa", creo que es lo más acertado. Además, este café viene, en general, en botellas de formato grande (aunque también las he visto en botellas unidosis), lo cual es un poco una mierda, ya que se puede echar a perder pronto y por tanto al comprarlo estas adquiriendo un compromiso con ese café. Y como ya habréis adivinado, yo no puedo tener un compromiso serio con el café, ya que soy voluble como el aire y seguramente solo me lo pueda tomar una vez antes de cansarme, #staytoxic. El capuchino, que es más chocolateado que cafeteado, tiene de nota un 6/10, ya que el compromiso de beberte casi un litro y medio de café + la textura (sensiblemente más fangosa que su compañero) hacen que sea una peor opción para mi que el café latte de la misma marca, que tendría un 7/10, al resultar más dulce y ligero.
Una gran decepción. Creo que es el que menos me gusta de esta lista. ¿Los motivos? Su textura fangosa, su precio algo elevado y su envase endeble que no trae la tapita fancy que deben llevar todos los cafés para llevar de supermercado, hasta me tome el tiempo de dibujar la tapita fancy de la ilustración de esta portada, Nescafé puede permitirse una tapita fancy en sus cafés de super.. Sin tapita fancy creo que no se puede conseguir mi sello de aprobado. Pero al margen de los motivos logísticos, como ya os he adelantado tiene una textura densa y fangosa, por lo que lo probé una vez por la ciencia y nunca más lo he vuelto a beber. Un gran no para mi, tiene un 4/10 en mis notas y fue tan irrelevante que no tengo nada más que contar de el.
Este café me dolió. Me dolió porque como ya he dicho, yo soy una chica-Alcampo y este café, pese a ser uno de los más baratos de la lista, es de los que peor estaba. Tiene la misma sensorialidad que el de Nescafé, pero al menos este era más barato y sí tenia la tapita fancy que deben llevar los cafés de supermercado así que le daremos un aprobado justito y el sello de calidad. 5/10.
Estaba por no incluir este porque no lo compre en un supermercado, sino en el ultramarinos de debajo de mi casa, pero creo que debo dar una visión correcta de mi estudio del café frio de supermercado listo para llevar, así que os contare mis experiencias. La verdad es que no fue demasiado caro, pero la cantidad que venia no era la misma que en el resto de cafés aquí reseñados, así que lo consideraremos de gama media-alta. Pero el café estaba sorprendentemente rico, era bastante más cafeteado que el resto de cafés de supermercado, pero sin perder el dulzor ni la ligereza. Por la intensidad y porque el envase era compostable le vamos a dar un 8'5/10.
Siendo una chica-Carrefour evidentemente tenia que hablar del café de este supermercado. Si bien su variante de Capuchino no me entusiasmo (la textura fangosa le afecta más a esta rama del café) voy a hablaros del Machiato, que sí conservaba la ligereza que a mi me gusta y el sabor estaba bastante conseguido. Bastante rico para el precio que tenia. El Machiato del Carrefour se alza con un 8/10, mientras que en mis notas el Capuchino se queda con un 6/10.
Bueno y no podía dejar esta reseña sin hablar de LOS cafés fríos de supermercado para llevar. Kaiku caffe latte tiene muchísimos sabores de cafés, es, con diferencia, el que más variedad tiene (eso incluye opciones veganas, que salvo el Mercadona y su café de avena, las demás marcas no contemplan). En lo referente al sabor y la textura también son mis claros ganadores. Que puedo decir, no me pidáis objetividad aquí porque soy un cumulo de recuerdos y el recuerdo de probar el Kaiku Caffe Latte como una recompensa en algunos recreos en bachillerato me puede. Precisamente tengo recuerdos vívidos de comprarlo en el Mercadona. Me encanta esa estrategia que tiene el Mercadona, porque cuando ves algo que no sea de su propia marca blanca, ya sea deliplus, hacendado o cualquier variación, puedes tener la certeza que en unos dos o tres meses tendrás ese producto sustituido por uno de marca Mercadona. Interesante estudio de mercado. Así pues, yo probé el Kaiku Caffe Latte cuando se vendía en el Mercadona, antes de que sacasen sus propios cafés fríos y listos para llevar.
Además en concreto el café de vainilla, que tiene la tapita fancy de color amarillo pastel, se siente mullido y agradable, suave y dulce sin ser empalagoso; y yo opino que sabe un poco como un rayito de sol. No te voy a decir que si estas teniendo un día de mierda y te tomas este café se va a arreglar, pero a mi, en lo personal, si me ayuda.
Esta marca (os juro que esto no es promoción ni publicidad, es que me gustan mucho estos cafés y yo tengo que ser fiel a mi subjetividad) tiene además un formato jumbo, grande, enorme, gigante, que se agradece. Disclaimer: es grande pero se puede tomar tranquilamente de una sentada, Kaiku entiende que no queremos compromiso con este tipo de cafés.
¿La pega? El precio. Resulta excesivo. La verdad es que os he mentido como me gustaba tanto este café este estudio no estuvo motivado realmente por la ciencia, sino que fue una forma de intentar buscarle una alternativa lowcost a mi bebida de confort. Las conclusiones fueron demoledoras: al final ningún café suplía el Kaiku Caffe Latte, que es el único que ostenta el 10/10 en mis notas del móvil.
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